Los taxistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) están enfrentando una crisis económica y de regulación que amenaza la estabilidad del sector. Ante esta situación, el Sindicato de Conductores de Taxis, en conjunto con la Mesa Coordinadora del Taxi, se reunió para exigir medidas urgentes que garanticen la supervivencia de la actividad. Los representantes del gremio se reunieron con diversos actores del sector y acordaron solicitar una reunión inmediata con el secretario de Transporte, Héctor Krantzer, para abordar los problemas que están afectando a los trabajadores del volante.

Uno de los reclamos más urgentes es la necesidad de modernizar el sistema de taxis, en particular, el software de la empresa BAtaxi, que actualmente no es competitivo frente a las aplicaciones ilegales de transporte. Además, los taxistas pidieron que se mantenga el Sistema Rutax y que se agilicen los trámites administrativos obligatorios, facilitando el trabajo de los conductores.

Otro de los puntos clave de la discusión fue la dificultad que atraviesan los taxistas para renovar las unidades debido a la crisis económica. En este sentido, solicitaron al Banco Ciudad que implemente créditos con tasas bajas que les permitan actualizar sus flotas y competir con el transporte no regulado. La falta de recursos para renovar los vehículos también se ve agravada por la competencia desleal, especialmente de servicios ilegales de transporte.

Los taxistas también denunciaron un aumento en la circulación de motos que transportan pasajeros de manera irregular, lo cual pone en riesgo la seguridad de los usuarios y de los propios trabajadores. José Ibarra, del Sindicato de Conductores de Taxis, expresó: "La situación del sector es completamente alarmante. En la Ciudad no hay ningún tipo de control. Empezaron a aparecer motos transportando a vecinos, a pasajeros, con la inseguridad total que eso significa, sin medidas de seguridad."

Frente a esta situación, el gremio pidió al Gobierno y a la Secretaría de Transporte que impulse un proyecto de ley que regule las aplicaciones de transporte y establezca un marco de orden para el sistema público y privado de transporte en la ciudad. Además, pidieron refuerzos en los controles para erradicar los servicios ilegales que afectan gravemente a los taxistas.

El sector sigue en estado de alerta, esperando una respuesta inmediata del Gobierno para resolver los problemas que afectan a los trabajadores del volante y garantizar condiciones justas y seguras en el transporte público.