Joel Vargas lleva más de 10 años dedicándose al arte de la peluquería. Su historia comenzó de manera inesperada en 2014, cuando perdió su empleo y la necesidad lo impulsó a buscar nuevas oportunidades. Fue así como nació Rey Jhoel, un emprendimiento que, con esfuerzo y dedicación, ha logrado consolidarse en la comunidad.

Ubicado en la calle 73bis, entre 151 y 152, a pocas cuadras de la mega toma, su local no solo es un lugar de trabajo, sino también un espacio donde se imparte formación práctica y presencial a quienes buscan capacitarse en el rubro. Joel ofrece cursos diseñados para que sus estudiantes puedan obtener una salida laboral rápida y comenzar a generar ingresos desde el primer momento.

Joel Vargas no solo se ha consolidado como un referente indiscutido en el mundo de la peluquería, sino que su impacto va mucho más allá del ámbito profesional. Su crecimiento en el rubro no es fruto del azar, sino del esfuerzo constante, la innovación y un compromiso genuino con su comunidad. Además de destacarse por su talento y técnica, Joel ha llevado adelante una invaluable tarea social, brindando oportunidades a jóvenes que, de otra manera, no habrían tenido acceso a capacitación en el oficio. A través de cursos gratuitos, ha formado a numerosos chicos, no solo enseñándoles un oficio, sino también inculcándoles valores de responsabilidad y dedicación. Este compromiso no solo habla de su calidad como profesional, sino también de su grandeza como persona.

La pasión de Joel por la peluquería nació en su infancia, cuando su papá le regaló una tijera usada por su abuelo, quien fue peluquero en un pueblo de Paraguay. Esa tijera no solo tenía un valor sentimental, sino que representaba el inicio de una carrera que ha sido sostenida con constancia y perseverancia, cualidades que le han permitido forjar una sólida clientela.

En la actualidad, Joel se siente bien en el rubro, agradecido por los frutos de años de trabajo. Sin embargo, reconoce que la situación económica de los vecinos no es fácil. Muchos de ellos trabajan en negro y luchan diariamente por llegar a fin de mes. Aquellos que logran estar "en blanco", a menudo tienen que estirar sus sueldos y asumir trabajos adicionales. A pesar de las dificultades, Joel tiene un mensaje claro para todos: "Hay que seguir adelante. Esta es una profesión digna, y lo mejor de todo es que te rodeas de gente con buena onda".

La humildad es uno de los valores más importantes que Joel defiende. Para él, siempre es fundamental recordar de dónde venimos y hacia dónde queremos llegar. Con una profunda fe, concluye: "Todo es posible de la mano de Dios". Quién desee comunicarse, puede hacerlo al 2213536960.