El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la gestión de La Libertad Avanza, ha decidido despedir a todos los trabajadores que quedaban en el ex centro clandestino de detención Virrey Cevallos, ubicado en el barrio porteño de Montserrat, donde operaba la Fuerza Aérea durante la dictadura. Este centro, que fue utilizado para la tortura y el exterminio de miles de personas, ha quedado completamente vaciado de personal.

Raúl Ricardo Del Valle, uno de los trabajadores cesanteados del sitio, expresó su indignación al medio Página/12: «Lo que el Gobierno quiere es que dejemos de contar lo que sucedió en esos años, pero no queremos dar el brazo a torcer», enfatizando la importancia de continuar con la memoria histórica sobre lo ocurrido en esos espacios de represión.

Además del despido en Virrey Cevallos, la situación también afecta al ex centro clandestino de detención El Olimpo, otro de los sitios de memoria más importantes en la capital. Allí, de los trabajadores que aún tenían contrato, solo quedan siete, y varias áreas del lugar han sido vaciadas. Los despidos en los sitios de memoria se han convertido en una constante desde el inicio de la actual gestión, lo que genera preocupación sobre el futuro de la preservación de la memoria histórica relacionada con la dictadura.

El vaciamiento de estos espacios es percibido como un ataque directo a la memoria colectiva y el trabajo de preservación de los sitios donde se cometieron crímenes de lesa humanidad. Los trabajadores despedidos denuncian que, detrás de esta decisión, hay una intención de minimizar la visibilidad de los horrores del pasado reciente y desmantelar los esfuerzos por mantener vivos los recuerdos de las víctimas de la dictadura.