Desastre en el Balneario 12 de Punta Mogotes: un clásico que decepciona en Mar del Plata
Actualidad 09/01El Balneario 12 de Punta Mogotes, en Mar del Plata, solía ser un referente de calidad y buena atención. Sin embargo, tras las reformas realizadas recientemente, parece haberse transformado en un lugar que solo genera frustración en sus visitantes.
Quienes frecuentan este balneario desde hace años están sorprendidos por el cambio drástico en la organización y la calidad del servicio. Este verano, la situación ha llegado a un punto crítico: “la atención es un desastre”, comentó un cliente visiblemente molesto. Las quejas van desde largos tiempos de espera para ser atendidos hasta la incomodidad de las mesas asignadas.
Uno de los problemas principales es la distribución del espacio. “Nos pidieron que reserváramos una mesa, algo que nunca había pasado antes. Todos los años veníamos y comíamos tranquilos, pero ahora organizaron todo como un verdadero caos”, explicó otro visitante habitual. Las mesas, aparentemente destinadas a dos personas, son tan pequeñas que no permiten acomodar dos platos completos al mismo tiempo. “Esta mesita tiene 30 centímetros de ancho. No me entra el plato”, agregó indignado.
La comida, que alguna vez fue uno de los puntos fuertes del balneario, también ha perdido calidad. “El flaco me trajo las cosas tarde, y encima la comida no vale lo que cuesta”, aseguró otro cliente. La falta de profesionalismo y el descuido en los detalles parecen ser una constante en esta nueva versión del Balneario 12.
Las reformas estructurales, lejos de mejorar la experiencia, han generado una distribución ineficiente del espacio, afectando tanto la comodidad como el servicio. Este balneario, que solía ser un lugar de disfrute, ahora enfrenta el descontento de sus clientes fieles.
Un llamado de atención para los administradores Es urgente que los responsables del Balneario 12 revisen las decisiones tomadas en esta “puesta en valor” del lugar. Si bien las reformas pueden ser necesarias, la experiencia del cliente no debería quedar relegada.
Por ahora, lo que alguna vez fue un clásico de Punta Mogotes se ha convertido en una decepcionante opción para quienes buscan disfrutar de una jornada agradable frente al mar. Los habituales del balneario esperan que las críticas sean escuchadas y que el servicio recupere la calidad que lo caracterizaba. De lo contrario, el Balneario 12 corre el riesgo de perder a su clientela histórica.