La diputada nacional de extracción sindical, Vanesa Siley, lanzó duras críticas hacia el exsecretario general de la CGT, Hugo Moyano, al señalarlo como uno de los responsables del triunfo de Javier Milei en las elecciones presidenciales de 2023. La funcionaria, que pertenece al bloque de Unión por la Patria, reaccionó ante declaraciones de Facundo Moyano, hijo del exlíder sindical, quien había responsabilizado a La Cámpora por la llegada del libertario al poder.

En una entrevista con Clarín, Facundo Moyano había asegurado que "los pibes para la liberación no liberaron nada y encima nos trajeron a Milei", en alusión a la organización juvenil kirchnerista. En respuesta, Siley no dudó en dirigir su mensaje hacia el patriarca del moyanismo: "A Milei lo trajeron sindicalistas como tu viejo, que le hizo cinco paros a Cristina por el impuesto a las ganancias, inauguraba bustos de Perón con Macri en 2015, fue candidato de Alberto y Scioli en 2023, y ahora le banca cualquier cosa a Milei", disparó la diputada.

Estas declaraciones sorprendieron dentro del entorno moyanista, dado que Siley había mantenido una relación cercana con la familia Moyano en los últimos años, especialmente dentro del Frente Sindical para el Modelo Nacional. Este frente fue una corriente sindical que se opuso a sectores de la CGT y que contó con el apoyo de Siley, quien se había vinculado estrechamente con Hugo y Pablo Moyano en diversos proyectos y actividades políticas.

Durante el último tiempo, la diputada fue una de las figuras clave del Frente Sindical, trabajando en conjunto con dirigentes de la línea interna del moyanismo, como Omar Plaini. Incluso, en varias oportunidades, compartió reuniones con Hugo Moyano y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La crítica de Siley, por lo tanto, no solo golpea a Hugo Moyano, sino que también agita las aguas dentro del círculo más cercano de Pablo Moyano, quien ya se encontraba en una situación complicada tras su salida del triunvirato de la CGT.

El cruce de palabras entre Siley y los Moyano no hace más que reflejar las tensiones internas que atraviesan tanto el sindicalismo como la política nacional, y deja abierta la pregunta sobre el futuro de las relaciones entre estos actores claves del peronismo.