La expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, reabrió el debate con la Confederación General del Trabajo (CGT) tras la polémica generada por su reciente carta en la que afirmaba que los sindicatos “ya no representan a los trabajadores”. La intervención de Fernández se produjo durante un acto en la Universidad Nacional de Morón, donde recibió un título honoris causa y aprovechó la ocasión para abordar diversas cuestiones relacionadas con el ámbito laboral en Argentina.

En su discurso, Fernández destacó la importancia de la Asignación Universal por Hijo (AUH) como una política social clave que, según ella, no entraba en conflicto con las políticas de empleo. Subrayó que su objetivo era evitar que quienes recibían esta ayuda se desincentivaran de ingresar al mercado formal, un problema que, según ella, había surgido bajo gobiernos anteriores.

La exvicepresidenta recordó que durante su mandato, la AUH enfrentó críticas de sectores opositores y libertarios, quienes la veían como una carga para la economía. Fernández señaló que la administración de Javier Milei desasoció la AUH de la asignación familiar, resultando en una disminución de su monto actual a $84.275, en comparación con la mitad para los trabajadores en relación de dependencia.

Fernández también reconoció los esfuerzos del gobierno actual en aumentar la AUH, así como en incrementar la Tarjeta Alimentar en un 137% y eliminar el tope de edad para su recepción. No obstante, puso de relieve que, aunque estas medidas son positivas, aún no son suficientes. Una madre con tres hijos puede recibir entre $440.000 y $450.000 mensuales a través de estos beneficios, lo cual, aunque mejor que nada, no es suficiente para cubrir todas las necesidades.

En este contexto, la expresidenta enfatizó la importancia de que la CGT exija mejores condiciones salariales para los trabajadores en relación de dependencia, de manera que sus ingresos se equiparen con los beneficios de los programas sociales. Según Fernández, esta debería ser la prioridad del sindicato.

Fernández también abordó las críticas que recibió de la CGT luego de sus comentarios sobre los sindicatos, explicando que su afirmación de que estos ya no representan adecuadamente a los trabajadores fue malinterpretada como una imputación, cuando en realidad, su intención era plantear un debate sobre la representación sindical actual.

Este intercambio resalta las tensiones entre la política social y el mundo laboral en Argentina, y subraya la necesidad de una revisión continua de las políticas públicas para asegurar que atiendan efectivamente las necesidades de todos los sectores de la sociedad.