La multinacional Linde plc, producto de la fusión de Linde y Praxair, se encuentra en el centro de una disputa laboral tras intentar imponer un “preacuerdo” en la Secretaría de Trabajo, que dejaba afuera de la empresa a 6 de los 10 trabajadores despedidos por su actividad sindical en la planta de Pacheco, Provincia de Buenos Aires. Los funcionarios de la empresa buscaron presionar a los trabajadores para que aceptaran esta propuesta, pero la respuesta fue rotunda: en una asamblea realizada en la fábrica, los empleados expresaron su total rechazo.

El conflicto comenzó el 5 de diciembre de 2024, cuando Linde plc despidió de manera persecutoria a 10 trabajadores, quienes fueron apartados de sus funciones aparentemente por su actividad sindical. Sin embargo, la presión sindical, junto con las medidas de fuerza implementadas en la planta de Pacheco y en otros establecimientos de la compañía, obligaron a la empresa a dar marcha atrás con los despidos en un plazo de 24 horas. A pesar de esta reversión, la multinacional dejó a los trabajadores sin tareas dentro de la planta, manteniendo la tensión en la fábrica.

El 20 de diciembre, Linde plc amenazó con nuevos despidos, pero finalmente aceptó una “tregua” hasta el 30 de enero de 2025. En ese periodo, la empresa se comprometió a no tomar ninguna acción que pudiera alterar la paz social, aunque el conflicto sigue abierto y la incertidumbre sobre el futuro de los trabajadores persiste.

El intento de imponer un preacuerdo que excluía a algunos de los trabajadores despedidos ha generado un fuerte rechazo por parte de los empleados, quienes continúan movilizándose en defensa de sus derechos y exigiendo la reincorporación de los despedidos y el respeto por la estabilidad laboral. Este enfrentamiento pone de manifiesto las tensiones en torno a la práctica empresarial de despedir a trabajadores por su participación sindical, una práctica que sigue siendo un tema central en las luchas laborales en Argentina.