El sindicato docente CTERA expresó su profunda preocupación por los recientes recortes en los contenidos educativos relacionados con la Educación Sexual Integral (ESI), implementados por el gobierno de Javier Milei. Según el gremio, esta medida representa un retroceso significativo en el cumplimiento de la Ley Nacional Nº 26.150, sancionada en 2006, que garantiza el derecho a una educación sexual integral en todos los niveles del sistema educativo.

La ESI, señalan desde CTERA, es una herramienta esencial para la transformación de las desigualdades sociales, la valoración de la diversidad, y la prevención de violencias de género. Además, desempeña un papel clave en la erradicación del abuso sexual hacia niños, niñas y adolescentes. “La ESI promueve la reflexión sobre los mandatos machistas, visibiliza las violencias de género y tiene un impacto directo en la prevención del abuso sexual. Su eliminación limita gravemente estos avances”, destacaron desde el sindicato en un comunicado.

Según informaron medios como La Nación, el gobierno argumentó que los materiales eliminados estaban “ideologizados” y que los contenidos serían reemplazados por enfoques más centrados en la biología, específicamente en la concepción tradicional de la familia. Desde el oficialismo, afirmaron: "Elegimos contenidos no politizados. Después, en sus casas, que las familias les enseñen lo que quieran, pero el Estado en esas cosas no se mete".

Desde CTERA, se cuestionó esta postura, señalando que la ESI no debe reducirse a una visión estrictamente biologicista, como pretende el gobierno. “La Ley Nacional de ESI establece una visión integral que aborda la sexualidad desde una perspectiva física, mental y emocional. Este enfoque es el que ha sido debatido y aprobado democráticamente por el Consejo Federal de Educación, tras un proceso participativo con la sociedad, docentes y estudiantes”, afirmó el sindicato.

Además, CTERA denunció la falta de transparencia en la selección del equipo encargado de decidir qué contenidos son adecuados para los estudiantes. “¿Quién conforma este equipo que decide lo que las niñeces necesitan? ¿No es esto, en realidad, un intento de adoctrinamiento desde una única perspectiva?”, cuestionaron.

El sindicato también enfatizó que la ESI tiene un rol fundamental en la prevención de desinformación, enfermedades de transmisión sexual, infecciones y embarazos no deseados, promoviendo así la salud integral de los estudiantes y garantizando igualdad de trato para todos.

En su comunicado, CTERA reafirmó su compromiso con una escuela pública inclusiva que sea un motor de transformación cultural y social. “Seguimos luchando por una escuela que promueva la igualdad de géneros y el desarrollo de sujetos autónomos, que conozcan y reconozcan sus derechos y obligaciones. La igualdad de género es clave para resignificar la democracia en términos de justicia social”, concluyeron.

La controversia sobre la ESI continúa siendo un tema central en el debate educativo, con la oposición del sector docente y las organizaciones de derechos humanos a las políticas del gobierno que, según ellos, buscan limitar el acceso a una educación sexual integral y libre de prejuicios.