
"Soy la voz de muchas trabajadoras": La historia de Noelia Pieruzzini, empleada de comercio que denunció abuso y acoso laboral
Afiliados 08:27
Noelia Pieruzzini es una trabajadora de comercio que lleva más de 12 años en el sector, y hace más de tres años vivió una experiencia que marcaría su vida para siempre. En marzo de 2022, fue víctima de abuso sexual y acoso laboral por parte de un delegado de la empresa Copel, en la que trabaja en Capital Federal. Con valentía, Noelia decidió romper el silencio, y hoy, tras un largo proceso judicial, se siente fortalecida y orgullosa de ser la voz de muchas trabajadoras que no se animan a denunciar.
"Esto no es cuestión de valentía, sino de perder el miedo", comienza Noelia, quien con determinación narra su experiencia y asegura que, en su caso, no solo está luchando por ella, sino por todas las compañeras que, por miedo, no se animan a hablar. A lo largo de un proceso judicial extenso, que incluyó indagatorias, pericias y testimonios de otras víctimas, Noelia y sus compañeras lograron la condena del delegado abusador, Daniel Benítez.
El caso fue complejo y dificultoso, con muchos obstáculos por parte de la empresa y del gremio. La sentencia fue alcanzada gracias a la contundencia de las pruebas presentadas en juicio, incluyendo testimonios de otras víctimas. Benítez, condenado a tres años de prisión condicional y a realizar servicio comunitario, no podrá estar más en la sucursal de Copel donde trabajaba Noelia, aunque la empresa aún no ha tomado medidas para evitar que este tipo de hechos vuelvan a ocurrir.
"La empresa no ha activado un protocolo de prevención. Cuando yo denuncié, lo que hicieron fue trasladarlo a otra sucursal", cuenta Noelia, quien denuncia la falta de acción tanto por parte de la empresa como del gremio. A pesar de la condena, Benítez sigue siendo parte del sindicato, y la empresa no ha tomado medidas claras para proteger a las trabajadoras.
La situación de Noelia es un reflejo de una estructura laboral donde, según ella, se toleran abusos y acosos sistemáticos. "Esto no es un caso aislado. Es un modus operandi de una agrupación sindical que ya tiene antecedentes de conductas similares", asegura.
A lo largo de su proceso judicial, Noelia se postuló como delegada para demostrar que no tenía miedo y que estaba dispuesta a defender a las compañeras que no se animaban a hacerlo. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el gremio no le brindó el apoyo esperado y, además, el delegado acusado de abuso continuó ejerciendo sus funciones, lo que demuestra la falta de responsabilidad de la organización sindical.
Lo que más duele a Noelia es el silencio de las instituciones. A pesar de haber acudido a múltiples lugares, como el Ministerio de Trabajo y la Oficina de Violencia Laboral, la respuesta fue siempre la misma: "No podemos intervenir". "El Ministerio de Trabajo no hizo nada. Y el gremio, al que acudí en busca de apoyo, me dio la espalda", denuncia Noelia.
El futuro de Noelia es incierto, pero su determinación es clara. "Deseo regresar a mi puesto de trabajo, pero lo que espero es que la situación cambie. No quiero un traslado, quiero que el protocolo de prevención funcione, para que mis compañeras no tengan que pasar por lo mismo que yo", afirma con convicción.
El caso de Noelia Pieruzzini es un ejemplo de lucha y valentía, pero también pone de manifiesto la necesidad urgente de una verdadera protección para las trabajadoras ante el abuso y el acoso laboral. La sentencia judicial es un paso importante, pero la lucha continúa.