A pesar de las promesas realizadas anteriormente, la multinacional Nestlé decidió avanzar con despidos masivos en su planta ubicada en Villa Nueva, provincia de Córdoba. Los despidos, ejecutados sin previo aviso y en plena madrugada, han generado gran preocupación en la comunidad laboral, lo que llevó al Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos (STIA) a exigir la intervención del Ministerio de Trabajo.

Según las fuentes sindicales, la empresa resolvió, a las 4 de la mañana, despedir a los primeros diez trabajadores y, horas más tarde, comunicó a otros ocho su desvinculación. Todo esto ocurrió mientras la planta se encontraba paralizada, con personal en vacaciones anticipadas obligatorias. Nestlé había prometido que no despediría empleados, alegando inicialmente que la medida respondía a un sobrestock, luego a una reestructuración interna, y finalmente a una caída en las ventas.

El STIA condenó la decisión de la empresa, calificándola de “totalmente inhumana”. Los representantes del gremio destacaron que entre los despedidos hay empleados con hasta 30 años de antigüedad y "un legajo intachable". Además, señalaron que la empresa no ha cumplido con su compromiso de que las operaciones continuarían con normalidad a partir del 15 de abril, tal como había prometido.

El sindicato, frente a la falta de respuestas de la empresa, solicitó una audiencia urgente con funcionarios del Ministerio de Trabajo. Esta situación deja a casi una veintena de familias sin su única fuente de ingresos, lo que incrementa el estado de alarma y preocupación entre los trabajadores.