En la mañana de hoy, un grupo de jubilados, pensionados y personas con hijos se vio atrapado en una larga cola frente a la sucursal del Banco Industrial, ubicada en la intersección de calles 13, 58 y 59. A pesar de las altas temperaturas, que superaban los 34 grados, los clientes fueron obligados a esperar en la vía pública, sin ninguna consideración por su bienestar.

En el lugar, se pudo observar cómo numerosos jubilados, algunos con niños pequeños y otros con dificultades para moverse, se mantenían de pie bajo el sol, a la espera de ser atendidos. "Nadie se preocupa por si hay gente mayor o con chicos. No hay personal del banco que se acerque a preguntar si hay personas que necesiten ayuda especial", comentó uno de los afectados, mientras mostraba una foto de la situación.

En el banco, aseguran que no hay espacio suficiente para albergar a todos los clientes dentro de la sucursal, y aunque han colocado personal de seguridad, no se ha implementado ninguna medida para garantizar que personas con movilidad reducida o mayores puedan ingresar de manera prioritaria.

Varios testimonios coinciden en que la falta de un sistema eficiente para dar atención preferencial a personas con discapacidad o a jubilados en general se ha convertido en un problema recurrente. "Es el único banco donde veo que dejan afuera a los jubilados y personas con chicos, mientras que en otros lugares se organiza mejor la atención, y más en días tan calurosos", expresó otro vecino.

La situación refleja una alarmante falta de empatía por parte de la entidad financiera hacia las personas más vulnerables. Además, algunos cuestionan si el banco está cumpliendo con las regulaciones que exigen un trato preferencial para personas discapacitadas o de edad avanzada.

La indignación crece entre los afectados, quienes piden una pronta solución a esta problemática, ya que, en pleno siglo XXI, no debería ser aceptable que un banco siga operando de esta manera, exponiendo a los más vulnerables a condiciones insalubres.