La actividad manufacturera de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina continúa en caída libre, con un descenso del 8,7% interanual en agosto y una retracción acumulada del 16,9% en los primeros ocho meses del año en comparación con el mismo periodo de 2023. Esta situación plantea serias dudas sobre la posibilidad de una reactivación en el corto plazo, ya que los pocos indicios positivos que se observan son aislados y erráticos.
Según el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el uso de la capacidad instalada se situó en un preocupante 60% en agosto, una caída de 0,6 puntos respecto a julio y 10 puntos por debajo de los niveles de inicio de año. Este dato pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las pymes, especialmente en un contexto de demanda interna debilitada.
El impacto de la crisis es evidente en todos los sectores manufactureros. Los más golpeados incluyen:
- Papel e Impresiones: -21,1%
- Químicos y Plásticos: -15,5%
- Alimentos y Bebidas: -10,8% anual, con una caída acumulada de 16,4% en el año.
- Textiles e Indumentaria: -3,6% anual y -0,9% frente a julio, con una caída total de 3,7% hasta agosto.
Por otro lado, el sector de Maderas y Muebles mostró un ligero descenso del 1,1% anual, pero logró un crecimiento mensual del 4,3%, impulsado por un repunte en la construcción y el recambio de mobiliario. Esto sugiere que, aunque la actividad general sea preocupante, hay sectores que pueden encontrar oportunidades en medio de la crisis.
Análisis de la Situación
Los datos reflejan una crisis profunda en la industria pyme, donde los esfuerzos por reactivar la economía no están rindiendo frutos. A pesar de un leve aumento del 3% en la comparación mensual desestacionalizada, esto no es suficiente para contrarrestar la caída acumulada.
La falta de estabilidad en la demanda, sumada a las dificultades en la financiación y el acceso a insumos, plantea un escenario complicado para las pymes. Las empresas necesitan urgentemente medidas efectivas que promuevan la inversión y la confianza en el mercado para evitar una mayor erosión de su capacidad operativa.
El panorama para las pymes en Argentina es crítico y requiere atención inmediata. Si las políticas económicas no se orientan a fortalecer este sector vital, el riesgo de un colapso mayor se intensifica, con consecuencias no solo para las empresas, sino también para el empleo y la economía en su conjunto. La reactivación de la actividad manufacturera es esencial para construir un futuro más estable y próspero.