El gobierno nacional ha otorgado la personería gremial a la Asociación de Supervisores y Técnicos de la Industria Aceitera y de Biodiesel de la República Argentina (ASIABRA), un paso significativo que reconfigura la representación de los trabajadores en el sector aceitero. Con esta decisión, la Secretaría de Trabajo habilita a un nuevo sindicato a representar colectivamente a los operarios jerárquicos, lo que podría influir en el esquema de negociación salarial del rubro.

La ASIABRA, con sede en San Lorenzo, Santa Fe, ahora tiene la autorización para agrupar a supervisores, jefes y analistas que trabajen en establecimientos dedicados a la industria aceitera. Según la Resolución 619/2024, su ámbito de actuación abarca varios departamentos santafesinos y el partido de Bahía Blanca en Buenos Aires.

Además, la resolución excluye al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del ámbito personal y territorial otorgado a ASIABRA, lo que significa que este último podrá negociar su propio convenio colectivo de trabajo, estableciendo condiciones salariales y laborales específicas.

Fundada en mayo de 2014 y registrada oficialmente en 2015, la lucha por la personería gremial comenzó a principios de 2021 y culminó con su publicación en el Boletín Oficial este lunes. Matías Alabisi, dirigente de ASIABRA, destacó que la organización surge ante la necesidad de regular las condiciones laborales de los jerárquicos, quienes a menudo enfrentaban jornadas desproporcionadas y remuneraciones poco claras.

Alabisi explicó que los jerárquicos, conocidos como "trabajadores full time", sufrían un achatamiento salarial, ya que al no estar incluidos en los convenios de los trabajadores de base, no percibían los aumentos acordados en paritarias. Desde los años 90, la diferencia salarial entre trabajadores jerárquicos y de base se ha ido reduciendo, lo que motivó la creación de ASIABRA para luchar por mejores condiciones.

Con la obtención de la personería gremial, los jerárquicos aceiteros están un paso más cerca de concretar su sueño de un convenio colectivo que refleje sus necesidades y derechos, marcando un nuevo capítulo en la historia del trabajo en la industria aceitera.