Durante el primer cuatrimestre del año 2024, el sector lácteo argentino experimentó una preocupante disminución del 14,5% en la producción de leche, según datos revelados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA). Este descenso está directamente ligado a la recesión económica que ha impactado negativamente en el consumo interno de lácteos.

En contraste con esta situación en Argentina, la mayoría de los principales países productores lácteos del mundo han reportado incrementos en su productividad en el mismo período. A nivel global, la producción de leche aumentó en promedio un 0,68%. Países como Turquía y Bielorrusia lideraron con incrementos del 8,5% y 8,2% respectivamente, seguidos por Australia con un aumento del 4,8%. Solo Nueva Zelanda acompañó a Argentina en cifras negativas, aunque mínimas, con un retroceso del 0,7%.

Desde OCLA destacaron que este grupo de países representa aproximadamente el 55% de la producción mundial de leche de vaca, subrayando así la relevancia del contexto internacional en contraposición a la situación local.

La caída en la producción láctea argentina también se reflejó en las ventas al mercado interno, que acumularon un retroceso del 17,2% en volumen y del 13,7% en litros equivalentes de leche durante los primeros cuatro meses del año.

En respuesta a este complejo panorama, el Gobierno decidió extender la suspensión de retenciones a las exportaciones de productos lácteos por un año más, medida que busca brindar estabilidad y confianza a los productores y exportadores del sector. Sebastián Alconada, director nacional de Lechería, enfatizó que esta prórroga apunta a seguir promoviendo la expansión de los productos lácteos argentinos en el mercado global, aunque también se reconoce la necesidad de abordar la recuperación del consumo interno como un desafío crucial para la estabilidad del sector.

A pesar de las medidas tomadas en relación a las exportaciones, aún no se han delineado estrategias claras desde el gobierno para estimular la recuperación del consumo interno de leche, un factor determinante en la crisis actual del sector. Con 2024 perfilándose como uno de los años con mayores caídas en el consumo de leche en décadas, el desafío para las autoridades será encontrar soluciones efectivas que promuevan la recuperación económica y la estabilidad del mercado lácteo nacional.