En septiembre de 2024, la producción industrial en Argentina registró una caída del 6,1% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que refleja la persistencia de la recesión en el sector fabril. En el acumulado de los primeros nueve meses del año, el descenso interanual se amplió al 12,7%, lo que subraya la dificultad que atraviesa la industria en un contexto económico de desaceleración. Sin embargo, en comparación con agosto de 2024, la producción experimentó una mejora mensual del 2,6%, lo que indica que hay ciertos sectores que están mostrando signos de recuperación, aunque de manera aún insuficiente.

Sectores Positivos: Molienda de Oleaginosas y Alimentos

A pesar del panorama negativo, algunos sectores lograron registrar crecimientos significativos. La molienda de oleaginosas, que se duplicó con respecto a 2023 (un año afectado por la sequía), fue uno de los motores principales detrás del avance en la producción industrial. Esta mejora compensó en gran parte la caída de otras ramas productivas.

El sector de alimentos y bebidas también registró una sólida expansión, con un aumento promedio del 7% interanual. En particular, los segmentos de molienda de cereales, elaboración de azúcar, producción de yerba mate y preparación de legumbres se destacaron con incrementos de entre el 5% y el 7,2%. Estos sectores impulsaron al alza el índice general, a pesar de las dificultades que enfrentan otras ramas.

También se observaron ligeras subidas en otras áreas industriales, como la elaboración de muebles y colchones (creció 0,9% interanual) y la refinación de petróleo, coque y combustible nuclear (con un incremento del 0,5%).

Sectores Negativos: Caídas en Insumos Industriales y Materiales de Construcción

El principal factor que arrastró la caída en la producción fue el mal desempeño de sectores clave de insumos industriales. En particular:

1. Sustancias y productos químicos: Registraron una baja del 8,9% interanual. La caída estuvo impulsada por la menor producción de materias primas como plásticos y caucho, afectados por problemas técnicos en algunas plantas y la caída de la demanda, especialmente en productos como agroquímicos (-15%) y detergentes.

2. Productos minerales no metálicos: Caída del 19,4%, afectada por la fuerte baja en la fabricación de cemento y productos derivados, en un contexto de caída del 25% en la construcción en septiembre. Este sector es uno de los más sensibles a la desaceleración económica.

3. Industrias metálicas básicas: La baja fue del 14,4%, influenciada principalmente por la caída en la actividad siderúrgica, afectada por la menor demanda tanto del sector de la construcción como de la industria automotriz.

4. Maquinaria y equipo: Este rubro experimentó una baja del 16,1%, con caídas en varias ramas, como la maquinaria agropecuaria (-19,9%) y maquinaria de uso general (-15,2%), reflejando una menor actividad en la industria y la falta de demanda interna.

5. Otros sectores con caídas significativas:

   • Producción de madera, papel, edición e impresión: -11,3%
   • Productos de caucho y plástico: -14,3%, especialmente afectados por la menor demanda de materiales de construcción y productos plásticos para el sector alimenticio y de limpieza.
   • Productos metálicos: -11,6%, debido a la baja en la producción de artículos de ferretería y grifería industrial.
   • Otros equipos, aparatos e instrumentos: -12,6%, especialmente en equipos electrónicos y de telecomunicaciones, que cayeron un 24% interanual.

El Impacto en el Sector Automotriz

El sector automotriz continuó en caída, con una disminución del 7,4% interanual en septiembre, destacándose una baja del 10,4% en la producción de vehículos automotores y una caída del 20,9% en las ventas de autos nacionales. Esto refleja un freno en la demanda, tanto interna como externa, afectada por la recesión económica y la caída en el poder adquisitivo.

El Futuro de la Producción Industrial

La industria argentina enfrenta un panorama complejo con pocas señales de recuperación a corto plazo. La caída en sectores clave de insumos industriales y la débil demanda interna están limitando las posibilidades de crecimiento. No obstante, la recuperación parcial en áreas como alimentos y bebidas, así como la molienda de oleaginosas, ofrece un pequeño respiro. La esperanza de una mejora a partir de 2025 dependerá en gran medida de la evolución del contexto económico y de las políticas que el gobierno implemente para estimular la actividad industrial.

En resumen, la recesión sigue muy presente en las plantas fabriles argentinas, con sectores clave como la producción de insumos industriales y maquinaria experimentando caídas pronunciadas. A pesar de algunos brotes verdes en alimentos y oleaginosas, el panorama industrial continúa siendo negativo en términos interanuales.