La Juventud Sindical Peronista (JSP) de la Confederación General del Trabajo (CGT) expresó su rechazo a la reciente sentencia de la Cámara de Casación que condenó a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión y la inhabilitó de por vida para ejercer cargos públicos, en el marco de la conocida "Causa Vialidad". La condena, que ratifica el fallo de primera instancia, fue considerada por la agrupación como parte de una "persecución política" y un intento de "sacar de la cancha" a la expresidenta.

En un comunicado titulado *“Los fallos cantados y vergonzosos, tampoco nos han vencido”*, la Juventud Sindical, liderada por Sebastián Maturano de La Fraternidad, cuestionó duramente la independencia de la justicia en Argentina, señalando que en muchos casos los fallos parecen adelantarse a las decisiones judiciales, influenciados por los grandes medios de comunicación. "Los grandes diarios como *La Nación* y *Clarín* ya anticipaban la condena antes de que se dictara, lo que evidencia una manipulación mediática que precede y direcciona a la propia Justicia", afirmaron.

El texto del comunicado hace mención a los titulares de los diarios, destacando cómo los medios de comunicación fueron capaces de predecir, y a veces hasta condicionar, el desenlace judicial. En este sentido, citan una nota de *La Nación* de septiembre, que ya daba por confirmada la condena a Kirchner, y una editorial de *Clarín* que en septiembre también especulaba sobre el destino de la causa.

Además, la JSP de la CGT cuestiona la imparcialidad de los jueces que ratificaron la sentencia, mencionando que dos de ellos, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, están ligados al expresidente Mauricio Macri, lo que, según la Juventud Sindical, refuerza la idea de que la causa forma parte de una estrategia política para perjudicar a la exmandataria. "La causa no ha sido más que una persecución sin pruebas sólidas, ignorando controles y auditorías que demostraron la transparencia de la gestión", argumenta el comunicado.

En la misma línea, la Juventud Sindical recordó el contexto histórico de lucha del movimiento peronista, aludiendo a la violencia política de décadas pasadas. "A pesar de las bombas, los fusilamientos, los torturados, los muertos, los desaparecidos y los fallos cantados y vergonzosos… no nos han vencido", concluye la declaración, reafirmando su apoyo incondicional a Cristina Kirchner y su compromiso con la defensa de la justicia social.

Este pronunciamiento se suma a la creciente polarización en el país, en la que la justicia y la política se entrelazan cada vez más, y que ha generado un fuerte debate sobre la imparcialidad del sistema judicial y su rol en los procesos políticos contemporáneos.