Los trabajadores judiciales de la Provincia de Buenos Aires atraviesan una grave crisis salarial que pone en jaque la estabilidad y la eficiencia del sistema judicial. En una entrevista exclusiva con DeGremiales, Rubén Neira, secretario general del sindicato de los trabajadores de la Justicia Bonaerense, expuso las dramáticas condiciones que enfrentan estos empleados públicos, quienes hoy se encuentran por debajo del umbral de pobreza.
Un sistema judicial en crisis
La situación que describió Neira es alarmante. Según el líder sindical, los salarios de los judiciales bonaerenses están considerablemente por debajo de los de sus pares nacionales. Mientras que un trabajador judicial en el ámbito nacional puede estar percibiendo alrededor de 1.300.000 pesos, en la provincia de Buenos Aires el salario apenas supera los 500.000 pesos. "Estamos hablando de una diferencia del 200%. Hoy, los judiciales bonaerenses estamos condenados a la pobreza", subrayó Neira.
El sindicato lleva años luchando por mejorar estas condiciones, y la falta de respuesta por parte de las autoridades ha sido un factor clave en el deterioro del sistema judicial en la provincia. Neira señaló que, en el contexto actual, los trabajadores judiciales se ven obligados a enfrentar una de las peores crisis salariales, que no es sólo un problema de ingresos, sino también de reconocimiento y estabilidad en sus puestos de trabajo.
El fracaso de las políticas públicas
El secretario general del sindicato apuntó directamente a la falta de inversión en el Poder Judicial como la principal causa de esta crisis. "La política no ha invertido lo que corresponde en el Poder Judicial durante los últimos 20 años", afirmó. En ese sentido, Neira explicó que, a pesar de que la Corte Suprema de la Provincia administra el presupuesto del Poder Judicial, la decisión final sobre los aumentos salariales depende del gobernador, lo que ha dejado a los judiciales en una situación de desventaja frente a otras áreas del Estado.
"La realidad es que el presupuesto destinado a la Justicia está un 50% por debajo de lo que históricamente le correspondería, lo que se ha traducido en salarios bajos y condiciones laborales precarias para los trabajadores", afirmó Neira.
La negociación salarial: una lucha desigual
En cuanto a la negociación salarial, Neira explicó que la falta de un acuerdo real y justo ha sido una constante. "El gobernador Kicillof se niega a discutir un salario adecuado para los judiciales. Mientras que otros sindicatos han podido lograr aumentos, nosotros seguimos siendo ignorados", agregó el sindicalista.
Como ejemplo de la desigualdad, Neira mencionó una reciente reunión convocada por el gobernador, en la cual se les ofreció un aumento del 3%, lo que llevó el salario inicial de los trabajadores judiciales de la provincia a 480.000 pesos. "¿Qué puede hacer un trabajador con ese salario? Sabemos que muchos de nuestros compañeros tienen funciones de gran responsabilidad, y es indignante que no se les reconozca su labor", manifestó.
La necesidad de un cambio estructural
La solución, según Neira, no pasa únicamente por mejorar los salarios, sino por una reforma estructural del sistema judicial que permita a los trabajadores tener un rol más protagónico en las decisiones que afectan su día a día. "No podemos seguir aceptando un sistema donde la política decide sobre nuestra estabilidad y nuestros ingresos. Necesitamos autonomía, un presupuesto adecuado y una justicia que funcione para todos", concluyó Neira.
La situación de los trabajadores judiciales bonaerenses es un reflejo claro de cómo el descuido y la falta de inversión en áreas clave del Estado terminan afectando directamente a la ciudadanía. Mientras tanto, los empleados del sistema judicial continúan luchando no sólo por mejores salarios, sino por una justicia que, tal como está hoy, no se puede permitir.