El sector pesquero nacional atraviesa un momento crítico, marcado por la creciente preocupación del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y de Cabotaje Marítimo, que dirige Mariano Moreno. La entidad manifestó su malestar por el vaciamiento de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca de la Nación, un área esencial para la regulación y fiscalización de la actividad pesquera en el país. Además, denuncian la "improvisación" del Gobierno en la gestión de los recursos pesqueros, una situación que podría poner en peligro tanto la sostenibilidad del sector como el bienestar de las miles de familias que dependen de él.

La preocupación se intensificó tras la reciente desvinculación de Alejandro Bonicatto, quien se desempeñaba como Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera desde agosto de este año, tras varios meses de vacancia en el cargo. "Una vez más, somos testigos del improvisado accionar del Gobierno Nacional en materia pesquera", expresó Mariano Moreno, secretario general del Centro de Patrones. Para él, la falta de un responsable firme al frente de la dirección, después de la salida de Bonicatto y de otros funcionarios clave, es un reflejo de la falta de compromiso con el sector.

Acefalía y desregulación

La estructura organizativa de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, que se encarga de regular y monitorear las actividades pesqueras en el país, quedó gravemente afectada. Desde diciembre de 2023, el cargo de Director de Control y Fiscalización permanecía vacante, lo que agravó la situación con la reciente salida de Bonicatto y del Coordinador de Análisis de Infracciones y Sanciones, Conrado Garzoli. "El Gobierno desreguló, en agosto, la normativa pesquera que protegía el estado de nuestros recursos y que había generado estructuras de trabajo eficaces", denunció Moreno, destacando que la medida fue un retroceso en los estándares internacionales de control y fiscalización que el país había logrado en años anteriores.

Impacto en la sostenibilidad y seguridad del sector

La falta de control y fiscalización tiene consecuencias directas sobre la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad de la actividad. Entre las funciones clave del Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera se encuentran la fiscalización de las actividades pesqueras comerciales, el monitoreo satelital de los buques, la coordinación con las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas, la supervisión de los inspectores, y el análisis de las infracciones a la normativa vigente. La ausencia de personal y la falta de presencia en los muelles pone en riesgo la salubridad de los caladeros y compromete la certificación de las pesquerías, elementos esenciales para mantener la competitividad del sector a nivel internacional.

Moreno subrayó que el desmantelamiento de los mecanismos de control es un golpe al trabajo de los inspectores, quienes no solo realizan tareas de monitoreo, sino que también desempeñan un papel crucial en la preservación de los recursos naturales. “Sumado a ello, la nueva administración decidió avanzar sobre el desmantelamiento de los mecanismos de Control y Fiscalización pesquera, dejando vacante el cargo de Director, despidiendo a inspectores e inspectoras y dejando los muelles desiertos de la presencia de inspectores", lamentó.

La crisis en el sector pesquero es un reflejo de un modelo de gestión deficiente que no solo afecta a los trabajadores de la pesca, sino que también compromete la sostenibilidad a largo plazo de los recursos naturales de Argentina. En este contexto, el Centro de Patrones de la Provincia de Buenos Aires alerta sobre la necesidad urgente de políticas más claras y responsables que aseguren el adecuado funcionamiento de las instituciones encargadas del control pesquero. Sin una estructura sólida y operativa, el futuro de la pesca en el país podría estar en serio peligro.