Controladores aéreos inician paros intermitentes en todo el país por aumento salarial
Política gremial 14/11La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) ha anunciado el comienzo de un plan de lucha que incluirá paros intermitentes en todos los aeropuertos del país, a partir del sábado 16 de noviembre. La medida tiene como objetivo presionar por un incremento salarial que los trabajadores del sector consideran justo y acorde a los servicios que prestan en la aeronavegación.
Según el cronograma detallado por el sindicato, los paros afectarán los despegues de vuelos en horarios específicos durante una semana, hasta el viernes 22 de noviembre. El primer paro se llevará a cabo el sábado 16 de noviembre entre las 20 y las 23 horas, afectando principalmente los vuelos internacionales. Posteriormente, las acciones de protesta se trasladarán a otros segmentos del sector aéreo: el lunes 18 de noviembre se paralizarán los despegues de la aviación general y comercial no regular, de 15 a 18 horas; el miércoles 20, de 7 a 9 horas; y el viernes 22, de 18 a 20 horas, afectando todos los despegues en esos horarios.
Las medidas se desarrollarán en los 54 aeropuertos del país, incluido el Aeropuerto Internacional Jorge Newbery, y buscan lograr "libertad en la negociación colectiva" con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), exigiendo un aumento salarial acorde con la creciente demanda y la responsabilidad del sector. Además, el sindicato ha aclarado que las medidas solo afectarán los despegues de aeronaves, es decir, no habrá autorizaciones para vuelos ni se recibirán planes de vuelo durante los horarios de los paros, aunque se exceptuará a aquellos vuelos con fines sanitarios, de traslado de órganos, humanitarios, de Estado o de búsqueda y salvamento.
Por su parte, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) ha respondido a la convocatoria de paros con una firme postura, calificando las medidas gremiales de "inaceptables" y acusando al gremio de recurrir a "extorsiones" y "atentados a la libertad de los pasajeros". Desde la empresa, advirtieron que la respuesta será "contundente y firme" para garantizar el derecho a la movilidad aérea de los usuarios.
El conflicto surge en un contexto de tensiones entre los trabajadores del sector aeronáutico y el gobierno, y refleja la creciente insatisfacción de los empleados por los bajos incrementos salariales frente a la inflación y el aumento de la carga laboral.