En un escenario que parece más sacado de una película de peleas que de un aula, el gobernador Axel Kicillof bien podría estar pensando en agregar entrenamientos de combate en jaula para los docentes bonaerenses. Y es que, para sobrevivir en las aulas, además de enseñar, parece que también tenés que saber defenderte de los golpes.

Este viernes, las cinco madres que golpearon a una docente en Marcos Paz están citadas a declarar por las agresiones y amenazas que propinaron en la puerta de la Escuela N° 17 "Maestras Argentinas". El ataque, que fue grabado y viralizado en redes, muestra cómo un grupo de mujeres tira del pelo, patea y golpea a la maestra, acusándola de maltratar a sus hijos.

La escena es brutal: entre insultos y amenazas, una de las madres le gritaba a la docente: "Te voy a matar, hija de p...". Mientras otras la acusaban de haber maltratado verbalmente a los chicos, una afirmaba tener pruebas en video de esos abusos.

El hecho no sólo generó repudio entre la comunidad educativa, sino que también llevó a un paro docente en el municipio de Marcos Paz, organizado por el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUD). Los sindicatos calificaron la golpiza como un "aberrante acto" y enviaron un fuerte mensaje: no van a tolerar más agresiones en las escuelas.

La violencia hacia los docentes no es nueva, pero este caso encendió las alarmas. Si las autoridades educativas no intervienen con medidas urgentes, cada vez será más difícil para los maestros realizar su tarea sin temor a ser atacados. ¿La solución? Por el momento, sólo parece haber condenas y paros. Sin embargo, es indispensable que se garantice la seguridad en los colegios y que se establezca un protocolo de resguardo para proteger a los docentes.

Los gremios ya dejaron claro que no van a quedarse de brazos cruzados. Suteba, FEB, AMET, SADOP y UDOCBA exigen que la situación se resuelva y que se brinden garantías tanto para los maestros como para los estudiantes. Mientras tanto, en las aulas bonaerenses, la educación parece estar convirtiéndose en una profesión de alto riesgo.