El lunes 22 de enero, el gremio de conductores de trenes, La Fraternidad, se enfrentará a una nueva audiencia con los representantes de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE) en el marco de la negociación salarial. Esta reunión será clave, ya que marca el fin de la conciliación obligatoria, y desde el sindicato no descartan una medida de fuerza en caso de no llegar a un acuerdo.

El gremio, que ya había rechazado en repetidas ocasiones la misma oferta presentada por la empresa estatal, señala que el Gobierno no ha mostrado "buena fe negocial". "Vemos que no hay voluntad, estamos analizando cuáles son los pasos a seguir", advirtieron desde La Fraternidad, dejando entrever la posibilidad de un paro de trenes por tiempo indeterminado si la situación no mejora.

La tensión entre los trabajadores, liderados por Omar Maturano, y los representantes de FASE ha ido en aumento. La última audiencia, llevada a cabo el 13 de enero, culminó sin avances significativos, lo que ha generado un clima de incertidumbre sobre los próximos pasos del conflicto.

Con el fin de la conciliación obligatoria, el gremio tiene la posibilidad de llevar adelante un paro que afectaría el servicio ferroviario a nivel nacional, poniendo en alerta a los usuarios y a las autoridades. Si bien la medida aún no ha sido confirmada, la posibilidad de un paro indefinido se mantiene latente, dependiendo de los resultados de la audiencia de este lunes.