Bridgestone Argentina está enfrentando una crisis significativa que la llevará a una profunda reorganización tras haber paralizado su producción y otorgado licencia por una semana a sus más de 1500 empleados en la planta de Lavallol, Buenos Aires. La empresa de neumáticos, que recientemente confirmó la implementación de un Procedimiento Preventivo de Crisis ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, ha atribuido esta medida a un desgaste generado por las tensiones sindicales.

En su comunicado, Bridgestone explicó que la reducción en la producción busca enfocar las operaciones en el mercado local. Este cambio representa un giro importante en comparación con la expansión que la empresa había llevado a cabo en 2021, cuando aumentó su personal para mejorar la productividad y cubrir las demandas de exportación hacia América Latina y Estados Unidos.

La multinacional ha señalado que el conflicto gremial prolongado del 2022 ha deteriorado la confianza corporativa, lo que llevó a la transferencia del volumen de exportación desde Argentina a otras plantas de la región. Como resultado, la compañía está exportando solo el 10% de lo que inicialmente proyectaba.

Bridgestone ha criticado al Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) por las constantes huelgas y las demandas de paritarias elevadas, así como por la exigencia de bonos significativos. La empresa argumenta que estas acciones sindicales han contribuido a la pérdida de competitividad y confianza en el mercado.

En respuesta, el SUTNA ha convocado una movilización para hoy a las 20 frente a la fábrica de Bridgestone en Lavallol, en señal de rechazo a las medidas de la empresa. Además, el gremio mantiene un estado de alerta tras la aprobación de una medida similar por parte de la cartera laboral para la directiva de FATE.

La situación en Bridgestone Argentina refleja una creciente tensión entre las necesidades empresariales de adaptación en tiempos de crisis y las demandas sindicales, en un contexto económico complejo y desafiante.