Pablo Moyano se consolida como una de las figuras más destacadas del sindicalismo argentino, siguiendo los pasos de históricos dirigentes como Saúl Ubaldini, Lorenzo Miguel y el propio José Rodríguez. En su reciente visita a la delegación de San Justo, el líder de los camioneros subrayó su compromiso con la defensa de los derechos laborales y criticó a quienes, según él, han dejado de lado la lucha por los trabajadores.

Durante su intervención, Moyano afirmó que para él no hay cargos ni oficinas que lo aten a su función, sino que su lugar está en las calles, defendiendo los intereses de los trabajadores. En sus palabras, "la militancia es esta", haciendo referencia a la lucha constante por una mejor calidad de vida para los obreros, en especial en temas clave como las indemnizaciones, paritarias y condiciones laborales dignas.

Moyano también dejó claro que, a pesar de las críticas que recibe de algunos miembros de la CGT, como Gerardo Martínez y Andrés Rodríguez, su posición sigue siendo firme. Les recordó que, a diferencia de ellos, él no tiene "causa por entregar a los trabajadores" durante la dictadura militar. Asimismo, hizo un llamado a los dirigentes más veteranos a retirarse y dar paso a nuevas generaciones de líderes sindicales, comprometidos con las luchas que aún persisten.

En su discurso, el líder sindical subrayó que su verdadera recompensa no se encuentra en los lujos o en los privilegios, sino en el progreso de los trabajadores, que hoy ven cómo pueden acceder a bienes como viviendas y vehículos gracias a la lucha sindical. "Yo no soy de los dirigentes que viven en el mejor edificio con aire acondicionado. Lo importante es estar al lado de los trabajadores", concluyó Moyano, reafirmando su compromiso con el pueblo obrero hasta el final de sus días.

De esta forma, Moyano sigue consolidándose como un líder sindical que apuesta por la lucha directa y sin concesiones, buscando recuperar el protagonismo de los sindicatos en un contexto económico y social desafiante para los trabajadores.