Los trabajadores ceramistas han lanzado una huelga nacional de 96 horas, profundizando un conflicto salarial que se viene gestando desde hace semanas. La Federación Obrera Ceramista (FOCRA) convocó esta medida de fuerza, que comenzó el jueves y se extenderá hasta el domingo 28 de julio, en respuesta a la decisión de las empresas de imponer una rebaja salarial en lugar de acordar mejoras.

El conflicto se originó tras el fracaso de las negociaciones con el sector empresario, representado por la Cámara de Fabricantes de Pisos y Revestimientos Cerámicos y la Cámara Industrial de Cerámica Roja. Las patronales buscan cerrar la paritaria 2023/2024 con una reducción del salario real y extender su vigencia sin aumentos para los meses de mayo y junio, lo que implicaría mantener los salarios congelados hasta fin de año o hasta que consideren oportuno otorgar nuevos incrementos.

“La paritaria anual, que comenzó el 1 de mayo de 2023 y debió cerrar el 30 de abril de 2024, sigue abierta porque las patronales se niegan a mantener los salarios reales en los mismos términos de la inflación de ese período. Pretenden reducir nuestros salarios reales,” denunció la FOCRA.

La disparidad entre los aumentos salariales y la inflación es alarmante. Mientras que los salarios han aumentado un 193,16% desde el inicio del período paritario, la inflación ha alcanzado un 289,4%. Esto ha llevado al sindicato a exigir un incremento del 33% para mantener el poder adquisitivo de los salarios hasta abril de 2024 y comenzar la nueva ronda paritaria para el período 2024-2025.

La última propuesta de las Cámaras fue un aumento del 30% en cuotas del 10%, a ser efectivas en septiembre, pero con la inclusión de los meses de mayo y junio de 2024. Sin embargo, el atraso por la inflación acumulada en esos meses (4,2% en mayo y 4,6% en junio) hace que el ajuste necesario para mantener el poder adquisitivo sea del 45%.

La FOCRA también denuncia que las empresas, como Cerámica Alberdi y el grupo económico que incluye Palmar, LaterCer, Cerámica Quilmes, Fanelli y Cunmalleu, buscan imponer una rebaja salarial injustificada y congelar los salarios hasta fin de año. El “Mínimo Global Garantizado” del convenio, que desde febrero es de $830.227, debería haberse incrementado a $1.104.202 en abril, y a $1.203.829 para cubrir la pérdida causada por la inflación de los meses de mayo y junio.

Además del conflicto salarial, la FOCRA ha denunciado amenazas contra los trabajadores que ejercen el derecho a huelga, incluyendo el envío de cartas documento con advertencias de despidos. También se ha informado que los empresarios están reemplazando a los huelguistas con obreros sin experiencia para operar en la industria ceramista.

La huelga nacional refleja la tensión creciente en el sector ceramista y el desafío que enfrentan los trabajadores para defender sus derechos frente a políticas salariales que consideran desmedidas e injustas. La resolución del conflicto dependerá de la capacidad de negociación entre las partes y de la respuesta del sector empresarial a las demandas del sindicato.