El impacto de los tarifazos: Familias luchan contra aumentos desmedidos en servicios esenciales
Actualidad 01/12El ajuste en las tarifas de servicios básicos, que incluye electricidad, gas, agua, telefonía móvil y transporte, está generando un fuerte impacto en la economía de los hogares argentinos. Según un informe, las subas en estos servicios han generado un aumento de entre un 15 y un 37 por ciento en los gastos de las familias, modificando sustancialmente el poder adquisitivo y las decisiones de consumo. Cuando los precios estaban subsidiados, este dinero se destinaba a otros consumos que impulsaban el mercado interno. Hoy, la realidad es otra: los bolsillos se aprietan y los gastos se restringen.
Graciela, una jubilada de la provincia de Chaco, relató cómo el aumento en las tarifas de luz, que subió un 1000 por ciento en solo un año, ha afectado su calidad de vida. "Es inhumano. Somos propietarios, pero no tenemos otros ingresos", expresó con preocupación. El costo de los medicamentos también se ha elevado, lo que obliga a la pareja a recortar gastos extras. "Ya no hacemos tantas reuniones familiares, no compramos ropa y las salidas son más selectivas por el precio de la nafta", lamentó. En su caso, la jubilación no alcanza para cubrir ni la primera quincena del mes.
En otras partes del país, los aumentos siguen dejando una huella profunda. En Santa Fe, Fernando contó cómo la factura de electricidad, que en octubre de 2023 ascendía a 13.793 pesos, llegó este noviembre a 126.000 pesos, a pesar de usar solo lámparas LED y cuidar el consumo. "El aumento es desmesurado, y más aún cuando la calidad de vida se ve deteriorada", reflexionó.
En Buenos Aires, las autoridades provinciales autorizaron una suba del 4 por ciento en la tarifa de electricidad, retroactiva al 1 de noviembre y vigente hasta abril de 2025, para las distribuidoras locales. Por su parte, la gestión nacional evalúa nuevos aumentos en diciembre y ha extendido hasta julio de 2025 la emergencia en el sector energético.
Laura, de Lanús, relató cómo la situación le está cambiando la vida. En noviembre de 2023, su factura de luz era de 4.429 pesos, mientras que en este noviembre subió a 24.641 pesos. El gas pasó de 2.903 pesos en 2023 a 23.584 pesos este año. "Estamos apagando luces y limitando las salidas. No vamos al cine, no salimos a comer. Es una locura", expresó.
Los datos oficiales también reflejan el fuerte impacto de los aumentos en la economía. Hasta octubre, las tarifas de energía eléctrica aumentaron un 600 por ciento, el gas natural subió un 550 por ciento y el agua, a través de AySA, se incrementó un 289 por ciento. Estos ajustes no solo afectan el consumo familiar, sino que también gravitan en la caída del consumo y la producción en el país.
Hilda, una jubilada de La Plata de 81 años, también se ve obligada a recurrir a la ayuda de sus hijos para poder hacer frente a las facturas. Su factura de gas de diciembre de 2023 fue de 6.510 pesos, pero este año, con la misma reducción de consumo, deberá pagar 30.932 pesos. "Si no les pido ayuda a mis hijos, no puedo comprar los remedios. No puedo", confesó.
La jubilación mínima, que en noviembre fue de 322.798 pesos (incluido un bono de 70.000 pesos), sigue perdiendo poder adquisitivo. A pesar de la suba nominal, la caída real interanual es del 4,28 por ciento, lo que deja a muchos jubilados en una situación aún más precaria. Andrés, por ejemplo, tiene que pagar la factura de gas de su padre, que cobra la mínima. El aumento de su factura fue de 4.742 pesos en noviembre de 2023 a 43.433 pesos este mes, lo que refleja el desajuste entre los ingresos fijos y el creciente costo de los servicios.
Este panorama revela el golpe a los sectores más vulnerables, que enfrentan una presión creciente en sus finanzas, obligándolos a recortar gastos esenciales y a reorganizar por completo su estilo de vida. Las subas en los servicios no solo afectan el consumo doméstico, sino que también tienen un impacto directo en la calidad de vida de millones de argentinos.