La recesión económica que afecta al país sigue teniendo un impacto negativo en la industria nacional, y las grandes empresas internacionales, como Pirelli, no son ajenas a este escenario. Esta mañana, la firma de neumáticos anunció una paralización de una semana en su planta de Merlo, debido a un "exceso de stock" que no ha logrado ser colocado en el mercado.

La empresa continúa enfrentando dificultades debido a la caída de las ventas internas, pero el principal desafío radica en la competencia de los neumáticos importados desde China y Brasil, cuyo fortalecimiento ha sido impulsado por la reducción de aranceles dispuesta por el gobierno. Aunque la planta de Pirelli sigue operando a un ritmo mínimo de 7.000 unidades diarias, este volumen no es suficiente para mantener un flujo adecuado de ventas, lo que obliga a la empresa a tomar decisiones drásticas.

En este contexto, la compañía optó por mantener la producción actual, pero con una plantilla reducida. Al igual que otras firmas del sector, como Bridgestone y Fate, Pirelli continúa implementando ajustes de personal mediante retiros voluntarios, una medida que se está adoptando de forma gradual.

Por otro lado, la caída en las exportaciones agrava aún más la situación, lo que ha llevado a la empresa a solicitar al gobierno nacional la implementación de medidas que incluyan una baja de impuestos y una reducción de costos. Los precios internos siguen siendo más altos que en otros países, lo que afecta la competitividad de la industria local. Ante este panorama, el futuro de Pirelli en Argentina se presenta como incierto, mientras la empresa lucha por adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.